En el Corán aparecen cinco alusiones directas a los dátiles, dos de ellas usadas como metáfora de la ‘pequeñez’ (estría, fibra o piel de un hueso de dátil - Corán 4:53, 35:13).
« ¿Es que acaso poseen algo de la Soberanía?Si fuera así, no les darían a los hombres ni un hueso de dátil.(4 :53) »
« Hace que la noche penetre en el día y que el día penetre en la noche. Y ha sometido el sol y la luna a Su dominio, cada uno de los cuales gira hasta un término fijado. Ese es Allah, vuestro Señor, a Él Le pertenece la soberanía, mientras que los que invocáis aparte de Él no poseen ni la piel de un hueso de dátil (35 :13) »
En las otras tres aleyas se refiere al fruto de la palmera como tal; dos de ellas son muy parecidas, refiriendo su valor alimenticio como fruta madura, junto a otras frutas como la uva, la aceituna y la granada:
« Y Él es quien ha hecho que caiga agua del cielo y hemos hecho surgir así todas las cosas vivas; y mediante ella hemos hecho brotar la vegetación, de la que hacemos salir espigas granadas; y de la espata de la palmera, dátiles arracimados; y huertos de vides, y el olivo, y el granado, ¡tan parecidos y tan distintos! ¡Observad su fruto cuando fructifica y madura! ¡En verdad, en todo esto hay signos para la gente que cree! » (6:99)
« Y hacemos caer del cielo agua bendita, y que por medio de ella crezcan jardines y el grano que cosechan, (10) y altas palmeras con sus apretados racimos de dátiles, (11) como sustento para los hombres; y con ella devolvemos la vida a una tierra muerta: así será la Resurrección » (50:10,11)
El gran valor de los dátiles lo vemos expresado en este hermoso pasaje coránico, donde Allah le aconseja a María, en el momento del nacimiento del Profeta Jesús, que coma dátiles de la palmera. Presumiblemente era una medida para hacer el parto fácil y cómodo. Por otras narraciones deducimos que también durante el embarazo se ha recomendado comerlos.
« (23) Y le sobrevino el parto junto al tronco de una palmera, exclamó: "¡Ojalá hubiera muerto antes de esto, y desaparecido por completo en el olvido!" (24) Entonces una voz la llamó desde el pie de la palmera: "¡No te aflijas! Tu Señor ha puesto a tus pies un arroyo; (25) sacude hacia ti el tronco de la palmera, y caerán sobre ti dátiles maduros y frescos. (26) ¡Come, pues, y bebe, y que se alegren tus ojos! » (19:23-25)
En todas estas aleyas se nos presentan los dátiles maduros como la fruta por excelencia, alimento para los seres humanos, y como alivio especial para las mujeres embarazadas cuando empiezan las contracciones de parto.
Según Ibn ‘Umar, una vez le dieron al Profeta (salla Allahou alayhi wa salam) el corazón de un dátil, y dijo, “De todos los árboles, hay uno bendecido con baraka al igual que los verdaderos creyentes”. Se refería a la palmera. (Al Bukhari & Muslim)
‘Alí (r.a.) dijo: “Haz honor a tu tía, la palmera, porque ha sido creada de la misma tierra de la que fue creado Adam (a.s.)”
De la metáfora sobre la ‘pequeñez’, que encontramos en el Corán, también dan cuenta los hadices, haciendo uso de ellos a modo de sádaqa para protegerse del infierno:
De Adí Ibn Hátim, Allah esté complacido con él, que dijo el Mensajero de Allah (salla Allahou alayhi wa salam) :
"Protegeos del Fuego aunque sea con medio dátil de sádaqa."
(Al Bukhari & Muslim)
El Profeta (salla Allahou alayhi wa salam) decía: "wal kalima tayibatu, sadaqa". (y la buena palabra es caridad)." Y prevénganse del fuego aunque sea con un dátil y sino pueden aunque sea con una palabra buena. (Al Bukhari & Muslim)
“Quien quiera protegerse del infierno que dé aunque sea un trozo de dátil. Quien sea que no posea nada para darlo en caridad, que diga una buena frase, porque una buena acción es recompensada por Allah de 10 a 700 veces más que su valor.”
(Frases de la primera jutba que el Profeta (s.a.s.) pronunció en Qubâ antes de dirigir el salat, al poco tiempo de haber instaurado el salat colectivo delos viernes (jumua’))
Aisha contaba que podían pasar un mes completo durante el que no hacían fuego (para cocinar), y su comida sólo eran dátiles y agua, excepto algo de carne que les daban como presente.
(Sahih al Bukhari)
‘Aisha, la esposa de Muhammad (salla Allahou alayhi wa salam), dijo dirigiéndose a su sobrino: "¡Oh sobrino mío!, a veces pasaban dos meses sin que se encendiera un fuego para cocinar la comida en las casas del Profeta (s.a.s.)". Su sobrino le pregunto: "¡Oh tía!, ¿qué los sostuvo entonces?", ella dijo: " El agua y los dátiles, pero el Profeta (s.a.s.) tenía algunos vecinos de entre los Ansar que tenían camellos que les proporcionaban leche y solían mandarle al Profeta (s.a.s.) algo de su leche. (sahih al Bukhari)
« Jabir bin Abdullah narró: "El Apóstol de Allah envió un ejército hacia la costa este y designó a Abu Ubaida bin Al-Jarrah como su jefe, y el ejército consistía en trescientos hombres, incluido él mismo. Caminamos hasta llegar a un lugar en que la comida estaba a punto de acabarse. Abu Ubaida nos ordenó recolectar toda la comida de la jornada y así se hizo. Mi (nuestra) comida diaria eran dátiles. Abu Ubaida se mantuvo dándonos nuestra ración diaria en pequeñas cantidades, hasta que se agotó. La parte de cada uno de nosotros solía ser un único dátil.” Yo dije, "¿Cómo podía beneficiaros un solo dátil?" Jabir respondió, "Empezamos a conocer su valor cuando incluso eso también se acabó »
(Sahih al Bukhari)
Los dátiles aparecen mucho en los hadices, sobre todo como elemento de intercambio comercial, para determinar la legalidad de las transacciones y distinguir lo que es usura (riba) en la compra-venta de productos.
Las palmeras también están siempre presentes como paisaje inevitable del desierto en las diferentes descripciones de los acontecimientos de la vida del Profeta (s.a.s.) y de los primeros musulmanes.
Los dátiles son clasificados de manera variada, unos como comida, frutas, dulces, nutrientes y medicina. Los dátiles curados, son llamados ‘ajwah en árabe.
« ‘Aisha (r.a.) relató lo que dijo el Mensajero de Allah (salla Allahou alayhi wa salam): “los dátiles de Ajwah son un excelente remedio » (Al Bukhari & Muslim)
De acuerdo a otra narración, “los dátiles de ‘ajwah son ciertamente excelentes y una comida suficiente.” Los dátiles están considerados entre las frutas del Paraíso, así se observa en el hadiz:
« Ajwah viene del Paraíso y contiene un antídoto en contra del veneno » (Attirmidhi)
Varios hadices refieren esta capacidad casi mágica de los dátiles, por la que su consumo diario previene de los efectos perjudiciales del veneno y de la magia.
Dijo el Enviado de Allah (salla Allahou alayhi wa salam):
« Quien coma siete dátiles de la variedad ‘ajwah por la mañana, no le afectará ni la magia ni el veneno hasta que caiga la tarde » (Sahih al Bukhari)
Tomado del Enviado de Allah (salla Allahou alayhi wa salam):
« La mejor parte del dátil es la punta. Quien come siete dátiles de la variedad ‘ajwah enteros, no le afectará durante ese día ni el veneno ni el hechizo »
Tomado de Abu Hurayra, que el Enviado de Allah (salla Allahou alayhi wa salam) dijo:
« Los dátiles ‘ajwah son beneficiosos y un remedio contra el veneno » (Ibn Habib)
As-Suyuti confirma este poder de los dátiles ‘ajwah en su libro sobre la medicina profética 38 con el siguiente comentario:
“Shaykh Muhiyu’d-Din at-Tawawi dijo que el Profeta (s.a.s.), había dicho, “Quien quiera que rompa su ayuno con siete dátiles ‘ajwah no será dañado por ningún veneno ni embrujo durante ese día.” Y añadió, “Esto es un trozo de conocimiento excelente, y la shari’a lo confirma.” Y yo mismo digo que el Shaykh Muhiyu’d-Din (r.a.) decía la verdad.”
‘Aisha recomendaba a quien padecía vértigo, es decir que todo le daba vueltas, que comiera siete dátiles ‘ajwah cada mañana en ayunas, durante siete días. Es bien conocido, que el nivel bajo de azúcar y la presión sanguínea baja son la causa de mareos.
También, ella refirió que usaba dátiles combinados con pepinos para tratar su súper-delgada condición. Ella dijo “ellos me alimentaban con cualquier clase de comida para engordarme, sin embargo, no gané peso. Ellos añadieron pepinos y dátiles frescos y eso me ayudó.”
« La familia del Profeta Muhammad (salla Allahou alayhi wa salam) no comía dos comidas en un día, que una de ellas no fuera a base de dátiles.” Este es un hadiz contado directamente por su mujer Aisha » (Al Bukhari)
Tanto le gustaban los dátiles al Profeta (salla Allahou alayhi wa salam) que en su lecho de muerte no expiró hasta saciar ese deseo por última vez, según relata el hadiz:
« Narró Aisha: “El Profeta murió cuando hubo satisfecho su hambre con las dos cosas negras, es decir, dátiles y agua »
(Sahih al Bukhari)
El Profeta (salla Allahou alayhi wa salam) a veces combinaba dátiles con pan; otras veces, mezclaba dátiles maduros con pepinos o combinaba los dátiles con mantequilla de búfalo; él probó todas las variedades de dátiles, pero, como hemos visto en los hadices, prefirió la variedad llamada ‘ajwah.
El Profeta (salla Allahou alayhi wa salam) acostumbraba a beber una infusión hecha de uvas secas y a comer dátiles secos durante sus comidas. También era habitual su consumo de pepinos con dátiles verdes, y lo aconsejó a los padres de ‘Aisha para que ella engordara pues estaba muy delgada, y engordó.
« Narró Abdullah bin Jafar bin Abi Talib: “Yo vi al Apóstol de Allah comer dátiles frescos con pepino armenio »
(Sahih al Bukhari)
« Sahl narró: “Abu Usaid As-Saidi vino e invitó al Apóstol de Allah en ocasión de su boda. Su esposa, que era la novia, los estaba sirviendo. ¿Sabéis qué bebida preparó para el Apóstol de Allah? Ella había puesto en remojo con agua en un bote varios dátiles por la noche » (Sahih al Bukhari)
Entre las prácticas de adab respecto a la comida, se cuenta la conveniencia de comer los dátiles de uno en uno, no de dos en dos:
« Anas narró: “El Profeta (s.a.s.) acostumbraba a comer un número impar de dátiles » (Sahih al Bukahri)
« Asma narró: Que ella concibió a Abdullah bin Az-Zubair. Ella añadió, "Yo emigré a Medina cuando estaba al final del embarazo y di a luz en Quba. Luego le llevé mi hijo al Profeta (salla Allahou alayhi wa salam) y se lo puso en su regazo. El Profeta (salla Allahou alayhi wa salam) pidió un dátil, lo masticó, y puso un poco de jugo en la boca del niño. Fue así como la primera cosa que entró en el estómago del niño fue la saliva del Apóstol de Allah (salla Allahou alayhi wa salam). Luego, el Profeta (salla Allahou alayhi wa salam) friccionó el paladar del niño con un dátil invocando las bendiciones de Allah sobre él, y fue el primer niño nacido entre los Emigrantes en Tierras islámicas (Medina) »
(Sahih al Bukhari)
Respecto a lo que puede ser utilizado dijo Ibn Hayar Al-Asqalani: “Si no puede encontrar un dátil fresco entonces que use uno seco, y en su defecto puede usar cualquier dulce”.
Bujari y Muslim transmitieron que Abu Musa dijo:
"Al nacer un hijo varón lo llevé ante el Profeta (s.a.s.), quien le puso por nombre Ibrahim, le frotó su paladar con un dátil mascado y suplicó por él bendiciones, luego me lo devolvió".
« Anas narró que cuando nació su hermano, Abu Talha le dijo: "Llévalo al Profeta" y envió junto con él algunos dátiles. El Profeta (s.a.s.) lo tomó y dijo:
"¿Trajiste algo con él?" Dije: "Sí, algunos dátiles". El Mensajero de Allah (s.a.s.) los masticó, luego puso algo de dátil en la boca del bebé, frotando su paladar y le puso por nombre Abdullah. Cuando el bebé comenzó a degustar, el Profeta (s.a.s.) dijo: "Los Ansar aman los dátiles » (Sahih al Bukhari)
“Aisha dijo: “Los recién nacidos eran traídos ante el Profeta (salla Allahou alayhi wa salam) y él pedía bendición por ellos, y luego colocaba un dátil mascado en el paladar del niño” (Muslim)
Se aconsejan los dátiles o, en su ausencia, agua para la ruptura del ayuno tras la puesta del sol (Abu Dawud & Attirmidhi). En especial durante el mes sagrado de Ramadán, en la Sunna, se rompe el ayuno comiendo un número impar de dátiles –habitualmente tres dátiles- (o algo dulce), si es posible, y si no bebiendo agua (o leche), si están disponibles, antes de la oración del ocaso (salat al-magrib).
« Anas narró: "El Mensajero de Allah (salla Allahou alayhi wa salam) rompía su ayuno con dátiles maduros antes de hacer el Salât. Si no le era posible comía algunos dátiles secos, y si esto tampoco le era posible bebía algo de agua »
(Abu Dawud & Al Hakim)
« Anas bin Malik narró: “El Apóstol de Allah (salla Allahou alayhi wa salam) nunca procedió (para la plegaria) en el Día del Id-al-Fitr hasta haber comido algunos dátiles » (Sahih al Bukhari)
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