En una sociedad que sin ninguna vergüenza expone el cuerpo y la intimidad de una mujer públicamente, donde la desnudez de algún modo simboliza la expresión de la liberación femenina, y donde los hombres llevan a cabo sus más depravados deseos sin ningún límite, cuesta poco entender por qué muchas mujeres musulmanas deciden llevar el hijab (velo).
Sin embargo, las generalizaciones sobre el Islam y los musulmanes que llenan los medios de comunicación y la mente de muchas personas hoy en día, estigmatiza injustamente a la mujer musulmana que se cubre considerándolas oprimidas o fanáticas y fundamentalistas. Estas consideraciones están gravemente erradas y son totalmente imprecisas. No sólo se mal interpreta el fuerte sentimiento de estas mujeres hacia el hijab, sino que también se desconoce el coraje y la identidad que les brinda.
Dentro de los prejuicios más comunes, se cree que la mujer musulmana que lleva el hijab está forzada a hacerlo. Nada puede estar más lejos de la verdad.
Ciertamente la decisión final de llevar hijab no se alcanza tan fácilmente y normalmente lleva días de meditación, de temor a consecuencias y reacciones adversas y finalmente un gran coraje al momento de decidir.
Llevar hijab es una decisión personal e independiente que surge de apreciar la sabiduría que subyace en la orden de Allah y del deseo sincero de complacerlo.
Dijo Mohja Kahf (asistente de catedral en la Universdad de Arkansas):
"Yo creo que Allah está complacido conmigo por llevar el hiyab, si no, no lo llevaría. Creo que a un nivel más profundo hay algo hermoso y dignificante. Sorprendentemente, el hiyab ha traído dimensiones de belleza y de alegría a mi vida".
Fariha Khan (18 Meryland USA) dijo:
"Para mí, el hiyab es un regalo de Allah. Me da la oportunidad de acercarme a Allah y también me permite identificarme y ser reconocida como musulmana".
A pesar de esto, con el reconocimiento se aviene una gran responsabilidad tanto o más visible aún: ellas son representantes del Islam y de los musulmanes. A cualquier lado que van, tanto musulmanes como no musulmanes las reconocen como seguidoras del Islam.
Pero la responsabilidad más grande es entender que el hiJab es mucho más que un simple velo o pañuelo, ya que lo que realmente importa es la modestia y el decoro interior.
El sistema de moral interior le da significado al velo externo. La moral de la mujer musulmana se ve en sus actos, en el modo de vestirse, de hablar, etc. Sólo cuando la modestia interna se manifieste a través del hijab, las hermanas podrán representar a los musulmanes de acuerdo con el hermoso ejemplo del Profeta Muhammad (sws) y de sus virtuosos compañeros.
"En esta vida, no podría pensar en algo mejor que ser musulmana, y el hijab es un signo que me lo recuerda permanentemente. El hijab es muy importante y significa todo para mí cuando lo llevo puesto", dijo Khan.
"Desafortunadamente también tiene su lado negativo: te discriminan y te tratan como si estuvieras oprimida
La gente no entiende que llevo mi hijab por Allah y porque quiero llevarlo", dijo Imaan, quien recientemente abrazó el Islam en Australia.
A pesar de todo, la sociedad en general es lo que define la imagen del hijab.
"Para muchas de nosotras en Estados Unidos, una sociedad en donde se impone la desnudez de la mujer, ponerse el hijab ha sido una experiencia liberadora. Para nosotras, el hijab significa no conformarnos con un modo de pensamiento injusto", concluyó Kahf.
Para muchas mujeres, el hijab es un recuerdo permanente de que no deben diseñar sus vidas y sus cuerpos para los hombres, como muchas están acostumbradas.
"Antes de comenzar a cubrirme, yo pensaba de mí misma lo que los otros pensaban de mí. Veo que eso es frecuente en muchas mujeres cuya felicidad depende de lo que los otros piensan, especialmente, de lo que piensan los hombres. Desde esa época, mi opinión de mí misma ha cambiado mucho y he adquirido más respeto. Saber que Allah me encuentra bella es lo que me hace sentir bien",
dijo Baig con sus ojos llenos de emoción.
Más aún, vestirse modestamente y llevar hijab son medidas de precaución para evitar que se corrompa la sociedad. Contrariamente a lo que se cree, esto no se limita sólo a la mujer. Antes de la aleya (verso) que dice que el hombre debe bajar su mirada, dice:
"Y diles a los hombres creyentes que bajen sus miradas y que guarden sus partes privadas. Eso es más puro para ellos. Es cierto que Allah sabe perfectamente lo que hacen". (24: 30)
Asimismo, el Profeta de Allah (sws) dijo:
"Para quienes puedan garantizar la castidad de lo que hay entre sus dos mandíbulas (la lengua) y lo que hay entre sus dos piernas (las partes privadas), les garantizo el Paraíso".
(Transmitido por Sahl ibn Sa'd en Sahih Bujari)
No se usa el hijab por los hombres, para oprimir sus deseos ilícitos, sino que la mujer musulmana lleva el hijab por Allah y por ellas mismas.
El Islam es una religión de moderación, de balance entre dos extremos opuestos, e consecuencia, no espera que sea sólo la mujer quien mantenga la moral de la sociedad, sino que el Islam le pide tanto al hombre como a la mujer que ambos luchen para crear una atmósfera social saludable donde los chicos puedan crecer con valores y conceptos positivos, hermosos, constructivos y prácticos.
A los hombres también se les exige que sean piadosos y que se conduzcan con responsabilidad en cada aspecto de sus vidas.
De hecho, en esta sociedad, no se puede negar la necesidad de que el hombre mantenga su mirada recatada. Le preguntaron al Profeta (sws) sobre la mirada de un hombre si mira inadvertidamente a una mujer desconocida, el Profeta (sws) contestó:
"Voltea tus ojos en otra dirección" (Jabir ibn Abdullah en Sahih Muslim)
En otro de sus dichos, el Profeta (sws) le llamó la atención a Ali por mirar a una mujer por segunda vez, le dijo:
"La segunda mirada es del demonio".
El concepto del recato y el hijab es bastante abarcador en el Islam y comprende tanto al hombre como a la mujer. El objetivo principal es para mantener la estabilidad social y para obtener así la complacencia de Allah. Debido a que las mujeres musulmanas son más conservadoras en su forma de vestir, normalmente la gente las ve como estereotipos difundidos por los medios de comunicación y muchas personas que desconocen el Islam ven a las hermanas que se cubren como mujeres misteriosas y no como quienes siguen los preceptos Divinos.
Fuente: islamenlinea.com
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